lunes, 1 de marzo de 2010

Cuestión de genes

"Sean misericordiosos como el Padre de ustedes es misericordioso" (Lc.6, 36)

Tenía 6 años recién cumplidos cuando se murió nuestro padre. Por eso puedo decir que practicamente no lo conocí, o en todo caso muy poco, y tengo pocos recuerdos directos suyos.
Pero con el tiempo, y al ser muchos hermanos, lo he conocido en ellos. Es patente que -será que lo llevamos en los genes- los hijos heredan, además de los rasgos físicos, los gestos y hasta actitudes, modos de vivir, de los padres. Por contagio, por cariño, por haberlo mamado... pero también 'porque viene en los genes'.
Al escuchar estas palabras tuyas hoy Jesús en el Evangelio, las comprendí así:
"Sean misericordiosos, es signo de familia; lo llevan en los genes.
Aunque a veces no lo noten, descubran la misericordia en ustedes porque son hijos del Padre Misericordioso."

Un refrán dice: Errar es humano, perdonar es divino.
Es verdad. Pero también es verdad que nosotros somos -realmente- hijos de Dios.
Como dice Menapace en el canto:
... porque se ensancha mi voz
cuando proclamo creer
¡que en las venas de mi ser
corre la sangre de Dios!

2 comentarios:

  1. Querida hermana, es lo de los genes, sí, quizá lo bueno que tengamos sea como un reflejo hereditario de Dios; pero también creo que Jesús usa la frase como una proporción: si Dios es infinito y las ofensas que le hacemos son -casi- infinitas y pese a ello nos perdona, ¿cómo no vamos a poder hacer nosotros lo mismo, a mucha menor escala? Es, un poco, como la frase del Evangelio del domingo, en Misa: "sed perfectos como mi padre celestial es perfecto".

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  2. Dicen que las dos frases, en su origen son lo mismo.
    Estoy de acuerdo con vos, Fernando, pero esta vez me relumbraba más este sentido. Y como la Palabra de Dios es tan rica...
    ¡Gracias por venir!

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