sábado, 14 de abril de 2012

Dios con nosotros

Son preciosas, Jesús, las narraciones del Evangelio sobre tus apariciones resucitado.
La que más me impresiona es al amanecer junto al Tiberíades...
Ellos estarían acostumbrados a desayunar con vos. ¡Pero no sabían Quién eras realmente!:
JESÚS, Hombre, Dios, metido para siempre en nuestra pequeña-enorme vida diaria.