domingo, 25 de diciembre de 2011

Navidad



"Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y prudentes y se las has revelado a los pequeños y sencillos" (Mt.11,25)
Recién hoy Jesús, me detengo en que en esta alabanza recalcas el que tu Padre es Señor del cielo y la tierra. De modo de que quede bien claro.
Y trayendo esta frase tuya al momento de tu nacimiento, a la cueva de Belén... ¡cuánto sentido toma! Y qué poco nos convencemos los cristianos de esto.
Regalanos un corazón cada vez más parecido al Tuyo y al del Padre.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Domingo de Cristo Rey


Ayer me confesé.
Y el sacerdote -que por otra parte me gustó muchísimo- me hizo caer en la cuenta de que era un muy buen día para confesarse:
Cierre del año litúrgico, y proclamación del supremo reinado de Nuestro Señor Jesús.
Muy buen momento para mirar un poco 'cómo van las cuentas', y pedir perdón, pero sobre todo un muy buen momento para renovar tanto agradecimiento que tengo por Su Amor incondicional y misericordioso.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Lucas 4, 42-43

En el evangelio de hoy me llegó mucho, Jesús, este versículo.
La gente -después que curaste a la suegra de Pedro, sanaste enfermos y liberastes demonios- te andaba buscando, tratando de retenerte para que no los dejaras.
Pero vos no lo permitís.
En todo caso, para estar con vos habrá que "seguirte", ponerse en marcha:
"El que quiera seguirme"
"Llamó a los que quiso para que estuvieran con Él y enviarlos a predicar"
"No me retengan" les decís también a las mujeres que te encuentran resucitado.

Encontrarte, Jesús, y estar con vos, nunca será -aquí en la tierra- un 'ya llegué'o "qué bien se está aquí". Siempre es caminar, salir, partir.
Hacia el Padre.
Hacia los hermanos.

sábado, 13 de agosto de 2011

Perdón

En el evangelio de ayer, Jesús y Pedro hablaban del PERDÓN.
Qué importante y, diría, esencial a nuestra vida es el perdón. Y qué poco hablamos o nos ocupamos de él.

Si pensamos seriamente, Jesús:
* Somos necesitados de perdón (perdón de Dios, perdón de los hermanos y de nosotros mismos)
* Somos perdonados, todos somos perdonados al menos por Dios que es lo más importante.
* Y somos también, porque somos creaturas de Dios y redimidas:
- capaces de perdonar
- necesitados de perdonar.
En esto, que trabajamos tal vez muy poco, nos jugamos muchas veces la vida. En el sentido de que a veces evitamos el riesgo de morir, y otras conseguimos 'vivir' sólo si perdonamos.

miércoles, 29 de junio de 2011

San Pedro y San Pablo



Otra noticia asombrosa.
Primero no dudaste, Señor, en hacerte uno de nosotros, correr nuestra suerte, para salvarnos.
Ahora, cuando ya estás junto al Padre, no dudás en poner tu Reino y ponerte vos en nuestras manos:
"Lo que ates en la tierra será atado en el cielo, lo que desates en la tierra será desatado en el cielo".
"Hagan esto en memoria mía"
¡Doblás, triplicás la apuesta!
No te arrepentís de tu creatura sino que nos salvás, nos reparás, y nos asociás a tu obra reparadora.
¡Locura de Amor de Dios! No lo achica nuestro pecado sino que le provoca un don mayor.

martes, 10 de mayo de 2011

Emaús


En definitiva, no fueron los argumentos ni tus explicaciones de las Escrituras lo que hizo que te reconocieran, Jesús, los discípulos de Emaús.
Ellos lo dijeron clarito:
-¿No ardía nuestro corazón cuando nos explicaba las Escrituras?
Fue lo afectivo. Fuiste vos el que les llegaste al corazón.
A veces apoyamos nuestra religión en razones, o incluso tal vez en convicciones. Lo que será realmente decisivo, profundo y firme, será 'encontrarnos con Vos'. De corazón a corazón.

Cuando anunciamos el Evangelio ¿Brindamos ideas, valores? ¿o te presentamos a Vos, el Amigo, el Señor, Jesús?

miércoles, 4 de mayo de 2011

Tanto

"Tanto amó Dios al mundo que le dió a su Hijo único, para que todo el que crea en él no muera, sino que tenga la Vida eterna" (Juan 3,16). Esto es la Buena Noticia, el Evangelio.
Jesús le anuncia la Buena Noticia a Nicodemo. Si me hacen elegir un versículo entre todos yo elijo éste. Creo que es la explicación y síntesis de todo el anuncio.
Parece una frase chiquita... pero ¡cuánto encierran estas palabras!
"Tanto amó". Amor de Dios por el hombre. Por cada uno de nosotros.
"Que le entregó su propio Hijo". Definitivamente.
Para que el que lo recibiera, todo el que lo acogiera, tenga Vida plena.
¡Enorme el Anuncio, Jesús!
¡Tu Padre, Vos, tu Don,
y nuestra felicidad!

martes, 19 de abril de 2011

Amor, a prueba de...

El trozo del Evangelio de hoy (Jn.13,21-33 36-38)es impresionante. Cenando con tus apóstoles, Jesús, les anunciás la traición de Judas y las negaciones de Pedro.
Y al mismo tiempo los tratás de 'hijos míos'.
Sabiendo que no permanecerían fieles, por mucho que ellos lo creyeran, los seguís queriendo. Es con ellos que querés estar en los últimos y más difíciles momentos.

Con razón dice Teresita del Niño Jesús que en esta tierra todo amor será amor de misericordia.
Siempre tendremos que perdonarnos. Y a veces de cosas muy grandes.

Jesús, danos un corazón parecido al tuyo.
Para que así podamos, en verdad, seguir tu Camino.

lunes, 11 de abril de 2011

Dame Jesús...

Dame, Jesús, tu mirada.
Para conocer al Padre, y encontrarme con Él.
Para conocerte a Vos, y así amarte más y seguirte mejor.
Para mirar y conocer a cada hermano, a cada hermana con tu mirada y as´podre ver en ellos las maravillas del amor de tu Corazón.

sábado, 2 de abril de 2011

Es tu amor el que nos salva









Como el publicano de la parábola (Lc.18,9-14), en la certeza de mi pobreza y mi pecado, apoyarme Jesús únicamente en vos... Totalmente confiada -y agradecida- en la certeza, aún más firme de tu amor misericordioso.

viernes, 11 de marzo de 2011

Cuaresma





Regalame Jesús hacer el camino de esta cuaresma con los ojos del corazón bien abiertos para conocerTe más, saber más de tu Amor; y así, contagiándome, Te siga hasta el final.

sábado, 12 de febrero de 2011

2 de febrero 2011


La presentación de Jesús en el templo (Lc.2,22-38):


Indudablemente dos personas, Simeón y Ana, de Fe y Esperanza.
Ya tenían muchos años. Esperaban al Salvador. Dios se los había prometido y ellos creyeron.
Y llegó el día: ¡lo vieron! y alabaron, agradecieron y lo anunciaron a los demás.
Pero, nuevamente, tuvieron que apoyarse en su Fe y renovar su Esperanza:
Dios les presentó al Salvador: 'un bebito que llegaba al templo traído por sus padres, una pareja sencilla y pobre'.
Si bien era totalmente realidad actual, era también 'pura promesa'.
- Un bebe... Habría que esperar años.
- de una familia humilde; sin ningún tipo de poder terrenal.
Y, para colmo, ellos ya eran grandes o sea que -seguro- no vivirían los años que faltaban para su posible 'manifestación'.
Indudablemente, Simeón y Ana, dos personas de Fe y Esperanza.

Maestros de Vida. ¡Gracias!