Sabés, Jesús, de mi oración de este tiempo. Sin palabras... e incluso sin muchos sentimientos. Sólo con la certeza -de cabeza y voluntad pero sobre todo de corazón- de que vos sos el Señor, el Salvador, el Amigo. Con san Pedro te digo: ¿Si no es a vos, a quién iremos? Sólo vos tenés palabras de vida eterna. Sos el Camino, la Verdad y la Vida.
Pequeños momentos de Encuentro en el camino (Tal vez a alguien le puedan ayudar)
Algo así como cuando los primeros discípulos -Andrés y Felipe-, después de encontrarse con Jesús, no pueden quedarse callados y le cuentan su experiencia a sus hermanos y amigos (Jn, 1,35-51)