miércoles, 10 de noviembre de 2010

Lucas 17,11-19

Ese día eran diez los leprosos que te pidieron que los curaras.
No pusiste ninguna condición sino que directamente los mandaste a los sacerdotes para que certificaran -como se acostumbraba- su salud.
En el camino quedaron completamente curados.
Nada más que uno volvió a darte las gracias. Uno de diez.
Vos seguiste tu camino, Jesús; seguiste derramando tu Don y tu Gracias -como el sembrador de la parábola- a granel, sin medida y sin esperar agradecimiento alguno.

¡Tantas veces me limpiás del todo! y tantas ni se me ocurre volverme a darte las gracias.
¡No te canses, Señor, de salvarnos!

¡Ah! ¡Gracias!