lunes, 22 de marzo de 2010

Jesús nuestra Luz


"Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad,
sino que tendrá la luz de la vida."
(Jn.8,12)
Nosotros estamos acostumbrados a leerla o escucharla, Jesús, pero ¡qué fuerte es esta frase tuya!
Sobre todo ese "Yo soy", "Yo soy la luz"...
¡Qué intensidad habrá tenido! y con qué poder de convicción la habrás dicho para que el evangelista la recuerde... Ellos, hasta después de tu resurrección, no te reconocían realmente. ¿Cómo les habrán sonado en el corazón estas frases tuyas? Yo soy el buen pastor... la luz del mundo... el camino, la verdad y la vida...
Los que saben dicen que ya el "Yo soy" era algo inmenso, como declararse prácticamente Dios, porque así se había llamado El mismo en el Sinaí. Pero además, hacer semejantes afirmaciones de ti mismo...
¡Dame conocerTe Jesús!
¡Dame escucharTe, en mi corazón, revelándome esto tan grande!
"Yo soy la luz del mundo"

1 comentario:

  1. Querida hermana:

    Usted lo refleja bien. Ya estamos acostumbrados, pero ¿qué pensaríamos si alguien nos dijera, ahora, en 2010, "hola, tengo que decirte que yo soy la luz del mundo" o "yo soy el camino" o -por supuesto- "yo soy el pan de vida", no en un sentido metafórico, sino real? Tiene usted razón, nos acostumbramos a todo, pero estas frases son, en si mismas, tremendas.

    Por lo demás, la situación actual del mundo confirma que Jesús tenía razón: vivimos en la noche, y si hemos puesto una funda a su Luz, la oscuridad es total, esto es algo evidente.

    ResponderEliminar