sábado, 21 de agosto de 2010

Mateo 23, 3

Refiriéndose a los escribas y fariseos -sacerdotes, pastores, autoridades religiosas de ese momento- Jesús les dice a sus discípulos y a la gente:
"Hagan y observen todo lo que les digan, pero no imiten su conducta porque dicen y no hacen".

Bien clarito, Jesús. Pero también muy inesperada tu respuestas según nuestros criterios actuales.
Nosotros diríamos: ¿por qué obedecer a quién no cumple? ó, si no, ¿qué valor tiene lo que dice si ni él lo cumple?
Pero vos nos enseñás: No es lo mismo el mensaje que el mensajero.
El mensaje puede ser bueno aunque no lo traiga un buen mensajero.
Tampoco puedo pretender, aunque sería el ideal, que porque el mensaje sea el mejor va a haber mejorado al mensajero.
------------
No es una crítica la mía, sino que me doy cuenta que a veces exigimos, o pretendemos, cosas que no siempre se dan; y lo peor es que después sacamos conclusiones para nuestra vida que resultan fatales. Por ejemplo: ¿cómo voy a creer, o a obedecer, si el que me predica, o me cuida, no es como debe ser?
Me dirías Jesús: ¿Por qué no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario